
Ayer recibí una llamada de Piedad Villar, directora en funciones, para felicitarme las fiestas y para que, como uno de los representante de los padres y madres del colegio, lo hiciese extensivo a los demás. Lo cierto es que me gustó el detalle, y así se lo hice ver. También aproveché para expresar mi agradecimiento y el de otros muchos padres por el esfuerzo que hicieron en la organización de la Jornada de Puertas Abiertas, lo que le alegró.
Ahora comienzan las fiestas de los niños (¡que no de los padres!); ojalá que nos sirva a todos para darnos una nueva oportunidad de ser felices, que es lo único que realmente importa, y comencemos el año con ánimo positivo para resolver poco a poco todos los problemas que queden.